Los dos tipos más comunes de frenos de bicicleta son los de llanta y los de disco. Los frenos de llanta reducen la velocidad apretando las pastillas de freno contra las llantas. Por otro lado, los frenos de disco funcionan con un rotor acoplado al cubo de la rueda. Por supuesto, hay más. ¡Y para eso es esta guía! Para explicarte detalladamente estos sistemas de frenos y ayudarte a decidir con qué andar en bicicleta.

Los frenos de llanta son más baratos y más fáciles de mantener.

En los sistemas de frenos de llanta, hay una pastilla de freno a cada lado de la rueda. Cuando aprietas la palanca del freno, un cable tira de las pastillas hacia la llanta. Esto crea fricción para frenar o detener la rueda. Estos frenos funcionan para una conducción informal con buen tiempo. Son más baratos que los frenos de disco y tienen un mantenimiento más sencillo y menos costoso.

Pero los frenos de llanta pueden sobrecalentarse, lo que provoca un "desvanecimiento de los frenos", es decir, una disminución de la potencia de frenado. Existen algunas soluciones, como dejar que los frenos se enfríen o ajustar la tensión del cable. Las pastillas de freno de llanta también se desgastan más rápido debido a la necesaria fricción del freno.

Los frenos de disco tienen una potencia de frenado superior.

Los frenos de disco mecánicos tienen un cable que transmite la fuerza de frenado, mientras que los frenos de disco hidráulicos utilizan fluido hidráulico. Pero ambos usan un rotor unido al cubo de la rueda. Cuando se aplican los frenos, la pinza aprieta el motor. Luego, las pastillas dentro de la pinza hacen contacto con la superficie del rotor para reducir la velocidad o detener la rueda. Los frenos de disco te brindan una potencia de frenado más suave y consistente en todas las condiciones. Puedes usarlos para todo, desde recorridos agresivos por senderos hasta desplazamientos por la ciudad.

Están colocados más lejos del agua y la suciedad para evitar que las ruedas se atasquen. También es más fácil reparar una llanta pinchada porque no es necesario desconectar las pinzas para quitar la rueda. Por otro lado, estos frenos son más caros y requieren un mantenimiento más complejo. Debes purgar las líneas con regularidad para eliminar las burbujas de aire. Además de reemplazar pastillas desgastadas.

Cambiar a frenos de disco es un proceso complejo.

Es posible cambiar de frenos de llanta a frenos de disco si tu bicicleta tiene las características adecuadas. Pero lo mejor es quedarse con lo que tienes. O comprarte una bicicleta nueva con los frenos que quieras. Si está realmente interesado en realizar la conversión, déjelo en manos de los profesionales.

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